miércoles, 21 de diciembre de 2011

Quizás podría decir un montón de cosas, pero de lo único que quiero hablar ahora es de esa tela, esa tela azul francia, esa tela. Porque es mucho más que una sábana grande, mucho más. Te subís y sos vos, el aire y esa tela, todo lo que hay.. Cada jueves, vas ahí, a ese galpón y todos los problemas parecen insignificantes . Sentís tu cuerpo trabajando, tus músculos traccionando. Con cada caída, cada enredo, cada golpe aprendés a caer y a volver a subir. Volás, en todas direcciones, siempre tratando de subir más alto para caer más bajo. Cada quemadura es como una herida de guerra, estás orgulloso de que duela.. Y después, ves a todos los demás, en sus diferentes disciplinas, volando y saltando, corriendo y subiendo. Te caes, pero te aplauden porque saben que podés, saben lo difícil que es hacer esa inversión con las piernas estiradas, la fuerza y el dolor de ese rodilla mascarón. Y ahí sos vos, el aire, la tela y toda esa gente.. esperando por verte subir cada vez más alto. 

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