sábado, 15 de febrero de 2014

Llegó, abrió la puerta y pensó que ya estaba todo hecho. Conocía todos los secretos, había descubierto el tesoro escondido de todos los sabios. Qué más podía haber después de ese éxtasis, esa narcosis ínfima que al fin la alcanzaba? Era poca recompensa, menos de lo que esperaba, todos los escenarios que había creado se cayeron. Prueba fehaciente de que la gente hablaba sin saber, dejándose llevar, poniendo laureles en algo tan aburrido!
Él volvió a entrar y ella descubrió que para nada comprendía los secretos, que después de ese éxtasis había miles más. Descubrió y siguió descubriendo el poder de sus sentidos, de la estimulación. Como átomos en el universo. MILES MILLONES Y MÁS se presentaban ante sus ojos, sus manos, su boca, siempre nuevo.
   

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