Y así desentierro viejas historias de viejos cajones, historias cubiertas de polvo, desconocidas y marchitas.El tiempo las ha dejado en el olvido y ella nunca quiso contarlas de nuevo, se entremezclan mostrando los pesares de las décadas pasadas. Y yo ahí sentada leo la ilegible letra de esa persona que algún día deseo ser,me lleno de nostalgia, de hojas amarillentas, de antiguas tristezas, de nuevas felicidades.Un golpe en la puerta y allí está tan dulce y suave como denotan sus palabras azules, tan pura como solo ella puede serlo .
Hora de guardar, de guardar en silencio, ahora nunca leí nada, nunca abrí esos cajones.. Y así entierro de nuevo esas viejas historias de viejos cajones.
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