Ese momento en que querés fundirte en alguien, querés abrazarlo, estar más cerca. No llores, por favor, me hace mal. Explicás, intentás que entienda pero no es suficiente. Y en ese momento, cuando crees que todo se va a quebrar con vos en el medio, hay algo que te salva, una mano que acaricia tu cabeza y te saca el pesar.. Sabes que todo terminó y que ya no esta sola, es como si aceptara tu compañía.. Esa caricia te dice que ya te perdonó, que podés acompañarla en el mal rato y aunque malo, no tan malo. Esa caricia te hace saber que ya no sos el problema, que ahora sos de los que los soluciona, que sos de los buenos y que sigue confiando en vos. Aunque malo, no tan malo.
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