domingo, 31 de julio de 2016

Soy una máquina de repetirme, de hacer catarsis siempre girando sobre el mismo punto.
Este es mi refugio de mi misma, el lugar donde vomitar todo lo que los demás no quieren escuchar.
Y es que hoy me volví a inundar de recuerdos y me volví a acordar que Canadá queda muy lejos.

Y aunque intento, te amo indefectiblemente.
No estaba segura, en realidad no se muy bien como se define el amor entonces no podía precisar el sentimiento...ni que fuera necesario.
Pero comparado con los demás, te amo. Veo como quiero al mundo, como aprecio a mucha gente, como la paso bien en otras compañías y como esas compañías no son vos.

Ya se va a pasar, siempre se pasa.
O quizás no, y le pueda contar a mis nietos o algo así una trágica historia de amor a distancia que nunca pudo prosperar.

lunes, 14 de marzo de 2016

Todo lo que escribo acá, claramente lo escribo para mi sola.
Para leerlo dentro de un tiempo y acordarme de todo.
Entonces, para que sepas, no estabas tan triste, no estabas tan mal.
Solo te duele cuando te acordas, cuando lo ves por Skype, cuando querés darle un abrazo.
Pero no siempre, porque salís y te tomas una birra con los chicos y vas al cine y al teatro
y estas empezando la facultad y estas contenta y nerviosa.
Y conociste gente. Y estas planeando un viaje.
Tenes atragantado el dolor, solo es eso. Pero estás bien.
Tenes bronca también, porque querés dejar de tener ganas de darle un abrazo. Lo siento.
Pero estás bien. Y lo querés mucho y la relación fue hermosa. Y estás bien.
Te juro que estás bien.

Cuando un abrazo se vuelve hogar.
Cuando otro cuerpo se vuelve nosotros.
Me llora el alma con los ojos secos,
me duele tanto.
Me duele.

Pienso en vos siempre,
ahora sos como una ilusión,
como un sueño.
Un año o mil.
Es una distancia inevitable, insalvable.

No estás, simple.
No vas a estar.
Simple. Simple.
Que sea simple.


lunes, 15 de febrero de 2016

Esa locura de hacer un universo al rededor de otro,

y descubrir luego que aunque implosione el tiempo, hay otros universos para explorar.
Espere a llegar a casa, porque ya me cansé de llorar en trenes y colectivos y aviones.
En el día de viaje desde Playa del Carmen hasta Buenos Aires sentí que en cada parte del camino iban quedando partecitas mias, que me iba volviendo cada vez menos persona y que mi ser se esparcía dolorosamente por los cielos de otros lugares.
Cuando giré la llave para entrar a mi casa me temblaron las manos y una parte de mi no quería hacerlo, para qué?
Pero al tiempo no se le pudo hacer nada y terminé entrando.
Me duele donde duele la angustia, en el medio de la garganta bloqueando toda posibilidad de pensar si quiera en respirar decentemente, Me tiemblan las manos y todo lo que pienso se dirige a que
él no está más. 
La puerta donde...y la cama...y la silla...la esquina..y el quiosco donde...TODO TODO TODO.

Lo que más me preocupa es sentir que no voy a poder con todo el dolor, que es mucho y que me voy a romper. No puedo hacer nada y el consejo sería seguir y hacer con cada día, pero no puedo verlo, es como una neblina muy espesa. No quiero estar triste porque está todo bien, porque estamos todos bien y haciendo lo que queremos, pero no se como se hace para no estarlo.