viernes, 26 de agosto de 2011

LITTLE BY LITTLE

Había pensado escribir otra cosa, había pensado poner otro título, había pensado muchas cosas que no voy a hacer ahora... Porque aunque sea un cliché y aunque probablemente ya todos lo sepamos, lo quiero decir yo y a mi manera:
Música. Una canción puede hacernos llorar sin que siquiera entendamos la letra, puede hacernos gritar estando afónicos, puede deprimirnos, alegrarnos o simplemente acompañarnos. Siempre me pregunte, sin llegar nunca a una respuesta, cómo puede ser que tan solo un conjunto de sonidos puedan hacer todo eso? Cómo es posible que, muchas veces, sintamos como que la canción esta hecha para nosotros? Cómo es posible llegar a sentir amor hacia ese sonido? Cómo es posible que algo tan maravilloso realmente exista?
Porque, al final de todo, lo único que queda es la música y nosotros. Esa simple sublime expresión del alma.
Me han dicho que no la sé comprender, que no la sé apreciar. Comprendo la música tan bien como comprendo la vida y la aprecio de misma forma, escucho lo que suena y aprecio cada segundo, hasta que la canción termine y la vida acabe.  
 


No hay comentarios: